Asegurar el proceso de guarda: la clave de éxito en la temporada viñatera



Estamos en semanas intensas para la actividad viñatera chilena, que trabaja en las vendimias y los posteriores procesos de elaboración y guarda de los vinos que esperan competir en los mercados más exigentes del mundo. 


Y si bien el proceso de hacer un vino considera varias etapas críticas -y por tanto susceptibles de ser aseguradas ante un siniestro- desde la industria señalan que uno de los momentos clave es el momento de la guarda.

“Es el punto más crítico por una razón muy simple: el producto permanece mucho tiempo en un determinado lugar, lo que lo expone más al riesgo”, dice Christopher Bortis, Gerente de Propiedad y Energía de Chubb en Chile. “Por eso, al momento de suscribir el riesgo de viñas, el foco de las aseguradoras está en el proceso, con un énfasis en los lugares de almacenaje, y debiera estar ahí también para los responsables de las viñas, porque es donde la mayor parte de su inversión y patrimonio está en juego”, agrega el ejecutivo. 

Cambios bruscos de temperatura, humedad, presión interna del tonel, presencia de olores y aromas en el entorno, son algunos de los factores que pueden incidir en el resultado final del proceso de guarda de un vino. También los incendios causados por fallas eléctricas que, de acuerdo a Chubb, son la principal causa de siniestros. “Y son factor de riesgo incluso si no dañan de forma directa las cubas o barricas.

Imaginemos un incendio en la bodega de los Gran Reserva, que afortunadamente se controla a tiempo y no afecta directamente a las barricas. La sola presencia de humo en la bodega alterará inevitablemente el resultado y la calidad de ese vino, que ahora tendrá que venderse ya no como Gran Reserva, siempre y cuando sea posible rescatarlo”, explica Bortis.

Detrás de los incendios por fallas eléctricas, el segundo siniestro más común en viñas son accidentes, ya sea por el uso de maquinaria al interior de las plantas o propios del “trabajo de laboratorio”, procedimiento que involucra componentes químicos que son fuente de riesgo. Increíblemente, muchas veces se encuentran laboratorios que comparten el mismo espacio que la bodega de guarda.

Pero, ¿qué se está asegurando? ¿uva, jugo de uva o vino? “Depende de cada caso”, dice Christopher Bortis. “Se pueden asegurar los parronales, vino en proceso o el producto terminado. El mercado local ofrece una gama amplia de productos que puede cubrir desde el insumo de origen hasta el valor del producto final”.


Qué observa Chubb al suscribir el riesgo de la viña

“Nos fijamos primero en el tipo de proceso de la viña, el tipo de productos y cómo éstos se valorizan -valor venta, valor costo, etc. Segundo, en la protección física, es decir, los materiales de construcción, la calidad de la construcción y las medidas de seguridad de la viña”, explica el ejecutivo de Chubb.   

“Se mira con especial detalle la infraestructura que tiene implementada la viña para el proceso de guarda y todas las zonas de almacenaje en general. Paradójicamente, es donde vemos las mayores deficiencias”, agrega. 

Una explicación es que buena parte de las viñas en Chile tienen sus zonas de guarda instaladas en edificios antiguos que incluso a veces son monumentos históricos, un elemento que se justifica por ser parte del llamado “encanto comercial” de la viña, un atributo propio de su posicionamiento en el mercado. “Lamentablemente, muchas veces las medidas de seguridad implementadas son tan antiguas como la data del edificio”, dice Bortis.

La clave está en lograr un equilibrio: alcanzar los estándares de seguridad actuales manteniendo la esencia de la viña. Es parte de la recomendación que las aseguradoras hacen al momento de suscribir un seguro para daños físicos en una viña.  

“Todas las viñas están expuestas a los mismos riesgos; la diferencia está en cómo cada viña se prepara para mitigar esos riesgos, y aquí la actitud del asegurado es un elemento clave de la ponderación. Hay quienes toman en consideración nuestras recomendaciones para mejorar sus instalaciones, mientras otros no hacen nada al respecto. Lo conveniente para los viñateros es generar una relación a largo plazo con la aseguradora, donde se vayan mejorando progresivamente las condiciones de su operación y exista un entendimientos entre ambas partes para su realización. Por ejemplo, cuando el propietario de la viña no tenga el capital necesario para hacer la inversión en seguridad, pero sí podría tomar algunas medidas temporales hasta tenerlo, las cuales pueden ser recomendadas por los expertos en seguridad física de la aseguradora o definidas de común acuerdo. En ese caso, se considera su proactividad para definir las condiciones de su póliza de seguro”, agregan desde Chubb, compañía que destaca en la suscripción de seguros a la medida de las necesidades de sus clientes.

Como recomendación final, Christopher Bortis sugiere poner atención al diseño del espacio de almacenaje antes de levantar cualquier infraestructura. 

"Es el momento en que más valor se agrega a un proyecto de este tipo. Si la gestión del riesgo y la protección de los bienes no está internalizada en el diseño e ingeniería del proyecto, después va a ser muy difícil y más costoso llegar al estándar necesario”, concluye.   


Material Adicional
Video sobre la suscripción de viñas.

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